Por Juan Ordóñez

“Quiero ser más espiritual”, es uno de los propósitos más buscados por la gente hoy en día y la verdad que no es de sorprenderse pues casi todo lo que vemos en la tele y/o escuchamos por la radio son noticias terribles, tan terribles que nos vamos hundiendo en paranoia y desesperanza a tal grado que sólo vemos la parte mala de las cosas. Me preguntaba el otro día un querido colega ¿qué es lo que más atiendes en tus pacientes hoy en día? Y sin pensarlo mucho, le contesté desesperanza. Por esta razón y la obvia mala información acerca de ser espiritual, quise dedicar un momentito para hablar de ello.

Dicen que lo último que debe de perder uno es la esperanza, y tristemente vemos como día a día se nos va como agua entre los dedos, ¿por qué esta condición? ¿Será falta de dinero, amor, trabajo, seguridad, confianza, autoestima, entre varias o todas? ¿O será algo más profundo, o no tan profundo en realidad?

Pierre Teilhard de Chardin filósofo francés acuño la frase “no somos humanos viviendo una experiencia espiritual, somos seres espirituales viviendo una experiencia humana”. Dime que no sentiste padrísimo cuando leíste la frase, sino es que ya la habías leído o escuchado, y nuevamente te causó un agradable impacto. No hay nada más cercano a la verdad que el anterior dicho, por donde le busques, pues aún en las doctrinas religiosas, la que gustes, la creencia general y común, es que a través de ser bautizado, iniciado, o como le llamen, recibes el “espíritu” (esencia del Dios que dicha doctrina profesa) en ti, de donde aceptan que es el espíritu dentro del hombre el que lleva la experiencia.

El espíritu dentro del hombre (que bien suena ¿verdad?), y locamente perseguimos ideales externos, la mejor ropa, el mejor carro, la mejor escuela, la mejor casa y siguiendo la lista nos construimos un mundo virtual que se apaga con un simple “click”, es en este reflejo de pérdida o no tengo, que nos vamos apagando poco a poco y no hay bien material que nos llene pues es justamente este mundo virtual el que vemos que se está derrumbando, no nosotros. Caemos en depresión y vivimos estresados por no entender este concepto básico, “no eres lo que ves en el espejo”, eres mucho más que la forma física, por lo que no son las cosas externas las que importan sino las internas.

Cosas internas, podemos mencionar varias, pero creo que es bastante obvio que la que importa es la de redescubrir y aceptar ese espíritu dentro de ti. Para comenzar no puedes no ser espiritual, pues como te lo mencioné, eres espíritu viviendo en un cuerpo humano, así que aunque no quieras, todos somos espirituales. La pregunta más que cómo ser espiritual, en realidad debe ser ¿cómo vivir mejor mi experiencia?

Y déjame decirte que no se trata de asistir a mil cursos, meditar veintitrés horas al día, cantar mantras, conversar con los ángeles, canalizar seres de luz, ser vegetariano, orar sin descanso, hacer sacrificio, donar dinero o tu tiempo a “causas nobles”, no decir malas palabras, no enojarte, practicar yoga, qigong o taichí, escuchar música “tranquila”, entre otras cosas, si después de practicar cualquiera de las anteriores hablas mal de tu vecino, te consideras más que los demás y los tratas acorde, no te importa pasar sobre quien sea con tal de obtener lo que quieres, etc.

Una persona espiritual es alguien que mantiene un contacto equilibrado entre su interior y su exterior, que reconoce que está conectada con todo lo que hay y que eso se llama Dios, inteligencia infinita, universo, Consciencia o como te guste llamarle. Una persona espiritual no juzga, observa y entiende que todo tiene un propósito perfecto y normalmente no lo cuestiona, lo acepta pues se hace responsable de sus creaciones. Es una persona que no busca tener la razón, pues acepta que hay una diversidad infinita y que también forma parte de ella. Una persona espiritual sabe que Dios vive dentro de ella y honra este hecho.

Tal vez en este momento pienses que no eres nada de lo descrito anteriormente y está bien, no te preocupes, la aceptación de tu espiritualidad es gradual, está diseñado para ser de esa manera. El hecho de que al menos estés considerando mejorar tu “experiencia espiritual de vida” es síntoma de que finalmente te estás rindiendo a tu llamado interno y la influencia externa comienza a chocarte y/o confilctuarte.

Mirar hacia dentro y encontrar tu centro no es tan difícil como te han dicho, cualquier cosa que te de paz y tranquilidad, como tú la concibas, te acerca a ese punto de equilibrio, te parecerá loco el saber que en mi caso escuchar música Rock hace la “magia”, pues no es la música o las letras, es lo que siento cuando la escucho y ahí está la clave. Tu experiencia no se basa en los hechos de tu vida sino en lo que sientes a través de esos hechos, eso es lo que el espíritu viene a aprender a sentir a través de un cuerpo, lo que para tu mente son hechos y reacciones bioquímicas, para tu espíritu es parte de su propósito.

Hace algunos años tuve la suerte de platicar con un monje tibetano de “alta jerarquía”, yo estaba muy impresionado de ver como a través de sus mantras y meditaciones podían profundizar en su ser y en mi “ignorancia” le pregunté ¿cómo le hacen? ¿qué me recomiendas? ¿cuál es el mantra “ideal”? ¿cuál es el secreto? No se me va a olvidar jamás ese momento, el me miró muy fijamente a los ojos me sonrió con mucha ternura y “pum” me cayó el veinte, no se necesita ser psíquico para saber que con su boca me contestaba “no es lo que hago sino lo que siento cuando lo hago, ese es el secreto” y con su mirada me decía “ay hermano, como eres buey”.

Más allá de mi cotorreo mental, mi corazón hizo su trabajo, a partir de ese día siento, no me reprimo, si tengo que llorar lloro, si me tengo que reír me rio, si me tengo que enojar me enojo, y así. No hay misión en la vida más que vivir y aceptar la experiencia, es nuestra elección como vivirla, no te dejes llevar por factores externos que sólo te alejan de quien realmente eres.

¿Quieres mejorar tu experiencia? Siente, ríete como cuando eras niño, canta, baila, grita, llora, enójate, que mientras intencionalmente no dañes a nadie, es válido y parte de tu experiencia, no te limites y mucho menos permitas que otros te limiten. Esta vida es tuya, vívela, respétate a ti mismo que al hacerlo estarás respetando a los demás, ámate incondicionalmente que a medida que te ames más y más, amarás el mundo alrededor tuyo y él te amará a ti. ¿Qué es ser espiritual o cómo serlo? La respuesta es simple, Se.

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