Por Juan Ordóñez
2015 fue una montaña rusa emocional para un servidor, así como tuve momentos sublimes, tuve los momentos más difíciles de mi existencia. Al atravesar ese río turbulento y a medida que mi círculo cercano se enteraba de mi situación, la frase predominante era: “Se fuerte”. En su momento agradecía las muestras de afecto y el interés, pero hoy, con una nueva visión, me pregunto: ¿qué significa “ser fuerte”? ¿tenemos, debemos de “ser fuertes” ante las situaciones difíciles en nuestra vida?
Todos y realmente me refiero a todos en el mundo, pasamos por situaciones que consideramos, desde nuestra perspectiva personal, extremadamente dolorosas. De esas en las que tu sistema colapsa de tal forma que hasta tu salud se ve comprometida y todas las señales de alarma (físicas, mentales, emocionales y energéticas/espirituales) se encienden. Esas situaciones en las que sin importar qué tanto trabajo personal tengas encima, simplemente no ves salida de ese hoyo negro que te succiona, que te sumerge en una obscuridad profunda que consideras eterna.
Ya sabes a qué me refiero, ¿verdad? Ese terrible estado en donde las lágrimas no alcanzan, donde no hay consuelo, en donde el “se fuerte”, sólo te hunde mucho más.
No busco causar lástima o deprimirte al hablar de esto y mucho menos minimizar las muestras de afecto y apoyo de las personas que buscan reconfortarnos con dicha frase. Lo que busco es inspirarte, busco que a través de este artículo cambies tu enfoque, tu percepción de lo que significa “ser fuerte” y así, en vez de que sea otra loza más, sea el recordatorio, sea una guía hacia la salida, sin importar la circunstancia, hecho o situación.
“Se fuerte” no quiere decir que entremos en modo defensivo y construyamos una coraza que inhiba el sentir. No quiere decir que eres débil y por eso te sientes como te sientes, no quiere decir que “los fuertes” posean facultades extraordinarias que los liberan del dolor o que aguanten más que otros.
A través de estas últimas experiencias buscando ser fuerte en el sentido literal, me di cuenta de que para salir, aun de las situaciones más dolorosas que te puedas imaginar, no necesitas fortaleza, pues esta sólo endurece más tu corazón y de una forma u otra te lleva a esconder, a ocultar, a no permitirte sentir, a evadir el contacto con tu esencia.
El espíritu busca la experiencia física, para eso el alma encarna en un cuerpo y bajo la mentalidad de “se fuerte”, simplemente se lo impedimos. No necesitamos fortaleza, necesitamos dejar que nuestro espíritu actúe su poder y esto sólo se lleva a cabo cuando reconocemos y aceptamos nuestra vulnerabilidad. ¿Duele? Sí y mucho, ¿tienes respuestas? No y en este momento no las necesito.
Cuando aceptamos nuestra vulnerabilidad, permitimos que nuestro espíritu nos muestre su poder y así, estar ahogado en la más profunda obscuridad, te permitirá ver la luz que hay en ti, te permitirá redescubrirte. Recuerda que sin importar la religión, el Dios del que se hable formó todo de la nada, esa oscuridad que te menciono es la nada y de ahí se crearán, si así lo eliges, nuevos universos, nuevas realidades.
Hoy he salido casi totalmente de la obscuridad, debo decirte, y cada día percibo más luz a mi alrededor y sé de corazón que muy pronto sólo veré luz, aun cuando haya momentos difíciles. Pero eso no es lo que me anima, ni me apoyó durante el proceso, lo que me llevó y lleva a través del día es la certeza de que no lo estoy haciendo “a la fuerza”, si no con poder, con el poder de mi espíritu.
Hoy te invito a que como yo, elijas creer que cuando alguien te diga “se fuerte”, aunque su intención sea literal, esa persona te está diciendo, ábrete al poder de tu espíritu y permítete sentir con intensidad, acepta tu vulnerabilidad pues en ella reside su poder, ese poder que crea de la nada, ese poder que extrae la luz de la obscuridad.
Qué hermoso comentario!!! Y si, no es que seas débil, es que a veces solo debes dejarte y que las cosas se acomoden como debe ser. Gracias por tanto!!!
Gracias por siempre compartir sobre todo desde tu experiencia y me hace extrapolarlo a mis experiencias y dices claro tiene razón.
Gracias por tus palabras, eres un gran Couoh, te agradezco que seas un maestro en mi vida, y que cada instante vea las maravillas, bellezas y luz que están en mi, gracias gracias gracias
Gracias, gracias, gracias, Master Juan… 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Entiendo perfectamente a lo que te refieres con el texto.
Mis días obscuros emocionales comenzaron en 2011 y fueron prolongándose mes tras mes. En algún momento, no se si 2012 o mas, en la búsqueda desesperada de una salida, encontré a Claudia Cuesta y su programa Inteligencia Espiritual (creo), y de ahí me topé contigo.
Busqué tu página y decidí escribirte un correo, donde palabras mas, palabras menos, te explicaba mi situación.
Quizá debe haberte resultado muy raro que una extraña te escribiese para contarte lo que pasaba en su vida. Pero era como buscar el salvavidas del náufrago perdido en medio del océano.
Tu respuesta breve, muy breve, fue un poco mas fuerte que el «sé fuerte» que recibiste. Al menos para mi, en ese momento; y fue como si una mano me hundiera, hasta lo mas profundo de ese abismo de obscuridad.
De donde mi fuerza divina me rescató.
Gracias por compartir tu aprendizaje.
Hola Rebeca, gracias por tu comentario. No recuerdo lo que te escribí, pero que bueno que en retrospectiva puedas apreciar tu Poder y el sentido que tu espíritu indujo en ti para que salieras de lo que sea que te abrumaba. La gente no quiere darse cuenta que de la sombra sale la luz y por eso le teme.
Bendiciones